jueves, 11 de octubre de 2007

JUEGOS INTENSOS

Háblame bajito,
puedes despertar el instinto dormido
y provocar espasmos de deseo
y el ímpetu de tener tu cuerpo
en acrobacias impensadas.

Tócame despacio,
que tus yemas escriban la palabra "pasión"
y que mi espalda sea mudo lienzo
de la tinta, mezcla de sangre y sudor,
prueba de una escritura temblorosa
al compás de respiros entrecortados.

Bésame con furia,
como si el alimento del día a día
se posara en mi cuello
y con tu lengua cálida
brinda calor a mi pecho
como todas las noches cuando duermo.

Muérdeme incesantemente,
hasta que el dolor señale el límite
y el morado asome tiñendo mis poros
y mis gemidos señalen que el camino al sur está despejado
para que empiece el juego intenso.

Y cuando el juego termine,
nuestros cuerpos bañados en aromas mixtos
sentirán la amalgama del extasis
y cobrando nuevo aliento te pediré
que me hables, me toques, me beses y me muerdas.

Estoy listo de nuevo.