martes, 18 de diciembre de 2007

¡ADIOS! - De Alfonsina Storni

Las cosas que mueren jamás resucitan,
las cosas que mueren no tornan jamás.
¡Se quiebran los vasos y el vidrio que queda
es polvo por siempre y por siempre será!

Cuando los capullos caen de la rama
dos veces seguidas no florecerán...
¡Las flores tronchadas por el viento impío
se agotan por siempre, por siempre jamás!

¡Los días que fueron, los días perdidos,
los días inertes ya no volverán!
¡Qué tristes las horas que se desgranaron
bajo el aletazo de la soledad!

¡Qué tristes las sombras, las sombras nefastas,
las sombras creadas por nuestra maldad!
¡Oh, las cosas idas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que así se nos van!

¡Corazón... silencia!... ¡Cúbrete de llagas!...
¿de llagas infectas? ¡cúbrete de mal!...
¡Que todo el que llegue se muera al tocarte,
corazón maldito que inquietas mi afán!

¡Adiós para siempre mis dulzuras todas!
¡Adiós mi alegría llena de bondad!
¡Oh, las cosas muertas, las cosas marchitas,
las cosas celestes que no vuelven más! ...

DESPEDIDA - De Jorge Luis Borges

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes.

HAGAMOS UN TRATO - De Mario Benedetti

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

TÁCTICA Y ESTRATEGIA - De Mario Benedetti

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

MENTIRA

La facilidad en tus labios,
el silbido silente se aproxima
a un estruendoso y misterioso mar de dudas
que no nos permiten llegar a la orilla.
El navío no ha de zarpar con la luna acechando.
En el día, nuestros corazones se habrán desangrado.

jueves, 15 de noviembre de 2007

SIETE

Número maldito que destruíste lo eterno,
aliento de dudas y falsas promesas
doscientos diez días de ceguera incurable
y mis pupilas no resisten otra luz
distinta a la de tu presencia.
¿Cómo vivir treinta días más
cuando el infinito era nuestro cielo?

EN BÚSQUEDA DE UNA SALIDA

Con la carne llena de miseria,
el interior sólo muestra
un órgano maldito
que no puedo sacar a dentelladas,
un órgano presa de recuerdos y fantasías,
lacerado con promesas y caricias falsas
y humillado por la carencia de tu aliento.

Es preciso salir del agujero que aprisiona
mas en el horizonte todo percibo oscuridad.
He de comprar un pasaje al desierto más árido,
al paisaje más sombrío y triste,
no quiero que la palidez que está asomando a mi cuerpo
altere la calma de algo que no es voluble como tu ser.

Y cuando llegue al destino deseado,
me abriré el pecho con mis propias manos,
pues la furia y frustración son armas filudas,
y mientras el festín para los carroñeros esté servido
mis labios susurrarán tu nombre
y los restos que queden esparcidos en la arena
serán los únicos testigos quietos de tu indiferencia.

jueves, 11 de octubre de 2007

JUEGOS INTENSOS

Háblame bajito,
puedes despertar el instinto dormido
y provocar espasmos de deseo
y el ímpetu de tener tu cuerpo
en acrobacias impensadas.

Tócame despacio,
que tus yemas escriban la palabra "pasión"
y que mi espalda sea mudo lienzo
de la tinta, mezcla de sangre y sudor,
prueba de una escritura temblorosa
al compás de respiros entrecortados.

Bésame con furia,
como si el alimento del día a día
se posara en mi cuello
y con tu lengua cálida
brinda calor a mi pecho
como todas las noches cuando duermo.

Muérdeme incesantemente,
hasta que el dolor señale el límite
y el morado asome tiñendo mis poros
y mis gemidos señalen que el camino al sur está despejado
para que empiece el juego intenso.

Y cuando el juego termine,
nuestros cuerpos bañados en aromas mixtos
sentirán la amalgama del extasis
y cobrando nuevo aliento te pediré
que me hables, me toques, me beses y me muerdas.

Estoy listo de nuevo.

lunes, 24 de septiembre de 2007

PIEL CONTRA PIEL

Sólo dos cuerpos yacen
sin más armadura que las formas absolutas
que no se intimidan ante lo incierto
y desafían a las voces externas
llevándose por la pasión y el deseo
ante un calendario adverso.

Calor contra calor,
sin protección e indefensos
partimos raudos al juego
de convertirnos en aves
alzando vuelo en plena libertad
buscando un nido en deshielo.

Es el momento que los sentidos se avivan,
que tanto tú y yo estamos dispuestos
a ahogarnos en nuestro propio extásis
y desmayarnos en medio del fuego
fabricado por el roce incesante
de invisibles yelmos.

La humedad de nuestros cuerpos
es transgredida por la posesión en extremo
de no hallarme cubierto
y así poder entrar en tu anatomía
bajo el manto de un mágico cielo.

Cuando veamos pasar dos estaciones
y tu vientre se llené de mí y de vida,
esperaremos juntos el momento
para ser tres en nuestro universo.

viernes, 21 de septiembre de 2007

PASIÓN

Sueños de estruendosos finales,
recubiertos en paradigmáticas evocaciones,
de movimientos epilépticos sin descanso
y olores que difieren tanto del puro incienso.

Lúdicos juegos perversos,
placeres antiguos nunca muertos,
ensayos a dúo en rincones no descubiertos,
superficies de placer son el soñado terreno.

Tiempo ido y que retorna
hasta el encuentro de dos cuerpos que se añoran,
la tibieza de tu topografía me implora
que me adentre en lo profundo de lo eterno.

miércoles, 19 de septiembre de 2007

RECORRIDOS

Las butacas del cinema
aunque conservan los relieves,
de los primeros jugueteos,
de los ensayos de besos
trasladados a una promesa de amor
en las afueras de un complejo de cemento,
noche oscura testigo
del inicio del deseo.

Y las paredes vecinas,
hoy me hablan de ti a solas,
hablo con ellas noche y día
y a distintas horas
y la calzada lleva tus marcas,
la suavidad de tus pisadas
estamparon huellas de destino
que se impregnaron en mi alma.

Toda la atmósfera adquiere un nuevo matiz,
la purificación de tu aroma deja estelas
llenando mis pulmones día a día,
permitiendo mi vida en cada movimiento.
La lejanía temporal no es obstáculo
para que mi mente y mi corazón no vuelen a tu encuentro.

Cada vez que mires a una estrella,
verás el recorrido que cruzaron nuestras vidas
y cuando esa estrella decida dormir,
sentirás que mis brazos y labios
te abrigan y sellan un beso,
anticipo de un pronto encuentro,
tan bello como el primero.

martes, 11 de septiembre de 2007

¿DÓNDE ESTÁ ESA PROMESA?

¿Dónde quedó tu promesa de amor?
¿Dónde quedó la tibieza de tu cuerpo
que revivía cada dulce momento,
cada movimiento eterno?
¿Dónde quedó ese proyecto común?
¿Dónde quedó la dulzura de tu ser?
¿dónde quedó esa llama de amor
que hoy no perdona ni entiende mi sufrimiento?

Ojalá el futuro no agolpe en tu alma
sentimientos encontrados que te señalen
que lo pasado fue lo correcto,
que mi yo no fue perverso,
que en verdad nadie más podía amarte mejor que yo.
Ojalá, digo,
no sea tarde cuando me busques
y yo ya esté muerto.

viernes, 7 de septiembre de 2007

MUERTE LENTA

Espejos quebrados al son de la danza brutal,
de latidos inmersos en sueños que no se dan,
golpes tan duros como las dudas tuyas que lastiman,
estúpido silencio que agolpa a mis fauces.

Torpes movimientos de una tertulia fallida,
en búsqueda de explicaciones tan inciertas
lo voluble de la atmósfera que respiramos
hace que mis inhalaciones se extingan.

Nada más por hacer que esperar las horas pasar,
un frío acero que se acerca a mi cúspide
es débil imagen de aquel que cercenó mi alma,
la oscuridad se aproxima e invita
a que la visite con frecuencia
cuando mis ojos por fin se apaguen.

miércoles, 5 de septiembre de 2007

DEVUÉLVEME LA VIDA

La noche con el sueño nunca llegó,
mi cuerpo pide descanso y no lo encuentra,
mi mente y mi corazón se obstruyen y tiemblan
y tan solo quisiera poder detener ese estruendo interno,
dominar mis sentidos para no sentir dolor ni rencor,
ni maldecir el sino inconsciente
que persigue mi existencia vacía.

Mi vista se desgasta
buscando un cuerpo al cual abrazar,
sentir su calor y la pasión que pueda estremecerme,
mi búsqueda sigue incompleta,
y mi soledad me tortura cada día.

No sería mala idea desaparecer,
fundirme con el asfalto o hacer un viaje de sueño eterno,
quizá cuando eso suceda te darás cuenta
del amor que siento y que no se sacia,
o quizá me daré cuenta
que sólo viví una corta primavera.

(Escrita en el día más negro de mi vida, quizá sea el último)

lunes, 20 de agosto de 2007

SOLEDAD EN COMPAÑÍA

Miro a mi alrededor
y las paredes se acercan a mí,
me asfixian y no pongo resistencia,
mi voz no es suficientemente fuerte
para que todos los presentes
se percaten que existo.
Sólo un ser viviente me interesa
y está conmigo y no me ve,
me escucha y no me oye,
me siente y no se inmuta.

El egoísmo domina mi mente y corazón,
¿tan duro es mi ser
que no pudo contemplar tan abyecto propósito?
¿Tan cruel es mi corazón
que todas mis caricias se convirtieron en desecho?

Las pasiones mutan con el olvido,
la ternura cambia con la rapidez del viento
que golpea las mejillas;
la distancia, suprema enemiga,
horada interiores y expone heridas,
culpas ajenas, sentimientos arteros,
envidias mustias, temores nuevos.

La tempestad se acaba con la despedida,
y nuevamente el combate de dos cuerpos
podrá traer calma al tiempo,
o el caos dominará en un mar de lamentos.

viernes, 3 de agosto de 2007

EL SEGUNDO DE NUESTRAS VIDAS

El señor de cabellos de oro
debilita mi ser y mis sentidos,
mis movimientos son torpes,
mis latidos intensos,
mi respiración escasa,
pues eres la dueña del aire.
Y en los momentos de gran agobio,
cuando siento que desfallezco
tu imagen viene a mi rostro
y siento que sano y renuevo.

Sé vivir al igual que tú,
sé que puedo soñar
mientras tu piel esconde sus poros
e intercambias conversaciones nocturnas
con lo verde que te rodea.
Y sé muy bien que en todo momento te tengo,
y que no me resigno
a quedar en lamentos.

No te pido más que un día de tu vida,
una hora de las veinticuatro,
un minuto de los sesenta,
quizá un segundo de los miles,
te amo y sé que no puedo hacerlo
pero qué puedo hacer
si vago errático y hechizado.

Los caminos que camino,
los recorridos que recorro,
todos llevan a un mismo sitio
y siguen un mismo propósito:
¿olvidarte? ¿alejarme de ti?
No.... eternizarte y tatuarte en mí,
resucitarte en cada despertar,
y brindarte vida eterna
con cada acto que pudiese realizar.

Un día, cuando todo terminé,
cuando hayamos recorrido y caminado,
cuando nuestras suelas de carne
estén gastadas del eterno andar y buscar,
nos encontraremos en esta vida
o en las que sigan
y me dejarás andar contigo.
Quizá no pueda vivir contigo la vida,
pero déjame vivir contigo la muerte,
déjame vivir mil vidas y mil universos contigo,
luego que las fuerzas extintas
ya no nos acompañen.
Y cuando llegué ese momento,
te acordarás de ese segundo que te pedí,
y nos reiremos porque tendremos
la eternidad para vivir
y un segundo para morir.

TU AUSENCIA

Perfección y belleza,
que términos tan sutiles para describir
lo que en un corazón se anida
cuando pienso en ti y vuelo bajo.
Un manto gris, verde y azul
separa dos cuerpos moldeados por un mismo artista,
dos almas que viven la una para la otra,
dos semillas que brotan en tierras distintas.

Un cielo gris cubre mi traza,
un clima hostil que daña y no entiende
que la delicadeza del interior
no merece tal escarnio y ofensa,
sino que merece los buenos aires
que trae el aliento que exhalas al despertar
y que recibo dócilmente y me nutre
para nuevos esfuerzos.

Te siento lejana pero estás en cada acción,
cuerpo, materia en movimiento,
todo te evoca y la sangre se inflama
cuando recuerdo tu nombre,
cuando veo tu silueta.
Van pasando los años,
y seguire recibiendo ese aliento fresco,
tendré que dosificarlo, medirlo, guardarlo,
quizá sea lo único que pueda recibir de ti,
quizá sea el único legado que me dejes.
Mayor tesoro no podría encontrar,
ni mayor promesa desearia cumplir
que el poder mostrarte lo que creo tu aliento de vida........
un ser igual a ti, una vida nueva que vuelve a surgir.

DOS SALMONES

La dulzura de tu voz,
la mirada que posaste en mí
qué mas he de pedirte
salvo que pongas en acción
tu sentido del tacto,
que despiertes tu olfato
y el gusto adquiera niveles de excelencia.

No es fácil nadar contra la corriente,
la vida de dos salmones no es envidiable
pero ellos juntos puedan navegar grandes trechos
y vivir su vida a su manera
sin importar el resto
sólo teniéndose el uno al otro.

Seamos salmones entonces,
no hay culpa ni temor en lo nuestro
déjame amarte en silencio
y gritarlo en mis adentros
y sellar en mi interior
un TE QUIERO eterno y ansiado.

PECADO PARA DOS

Extraño las noches llenas de deseo
en las cuales me pierdo en tu vientre majestuoso
y miro al sur sin miedo
y en la espesura no cuento el tiempo
tan solo quedo satisfecho del descubrimiento.

Es tan mágico perderme en ti,
en cada movimiento sentir un nuevo vaivén
sentir que nuestros cuerpos se amalgaman
y no dejan espacio para el alfiler
que nos hinca y dice que lo nuestro no es correcto.

No me interesa el perdón ni el pecado,
no me interesa paraísos ni promesas divinas,
dentro de ti he hallado la razón perfecta
para ser pecador y vivir feliz
pues lo que vivimos no es el infierno;
estar contigo es salvarse eternamente
cada vez que desnudos
comemos de la misma manzana
y miramos que el futuro
se arrodilla ante nosotros
mientras nos quemamos en nuestro propio fuego

EXTRAÑEZA

Extraño
la suavidad de tus cabellos
y cómo me cubren cuando te beso
y siento el aroma de ellos.

Extraño
la suavidad de tu mirada,
la profundidad de tus pupilas
y el calor que emanas al abrir y cerrar
de tus pestañas.

Extraño
el perfil de diosa que corona tu rostro
y que te permite captar los olores
que emanan de los dos.

Extraño
el sabor de tus orejas
al paso de mi lengua que despierta los demás sentidos.

Extraño
la magia del primer y último beso,
la textura de tus labios
y lo ardiente que son al juntarlos.

Extraño
lo prohibido de tu cuello
la imposibilidad de morderlo hasta desgarrarlo
la necesidad de vivir y tenerlo.

Extraño
la delicadez de tus hombros,
la blancura de tus brazos,
y el sentir de tus manos,
pues todos ellos juntos
convirtieron nuestras noches en pecado.

Extraño
el relieve de tus pechos,
el perderme en ellos cual infante se pierde
dentro de la absorción del más divertido de sus juegos.

Extraño
tu coqueto ombligo receptor de mis caricias
aquel agujerito negro que despierta mis ganas
de seguir yendo contra el sentido de la brujula
que guía tu cuerpo.

Extraño
ese sur poblado
lleno de vida y dulzor
lleno de magia y dolor
rebosante y continente de sonidos diversos
que se matizan en diversas escalas de agudos
cada vez que me pierdo en él
cada vez que me detengo
cual viajero sediento
bebiendo de un manantial de oasis eterno.

Extraño
esas piernas y pies
que me abrazan suavemente
y me impiden cualquier escape
de tan dulce misión que es el amarte y tenerte en mí.

Y ahora, solo en la distancia,
recordándote día a día,
miro a la luna lejana y las estrellas que brillan
y me extraño que esto resulte extraño
por que sé que te tuve y todo esto es cierto,
sé que pronto los sentidos se agudizarán
y nuevamente la respiración sera única
y podré nuevamente saciar la sed de tus encantos

PARA UNA FLOR

Fuente de ternura y de vida
luces como bella flor en un paraíso
ondulante y receptora de rayos divinos
radiante el color de tus cabellos lisos.

Eres un ángel puesto en el camino
sin más anhelo que brindar cariño y amor
tantas veces acudo a tu presencia
elegantemente vestido de colores
lúdico a tu encuentro espero llegar
a brindarte con besos y abrazos mis honores.

Respirando tu aliento
oliendo el aroma de mixtura que tu ser despliega
diviso que dos ángeles te rodean
raudos, corriendo, asiéndose a tu cintura
imitando a los querubines del cielo
genesis y chris tocando trompetas van
ubicándose muy cerca del ser que les dio la vida
esperando la sabia orden y el cariño dulce
zumbando de alegría cuando tu mano los acaricia.

Modulas de manera exquisita tu voz
al indicarme que la felicidad viene de arriba
respirando fuerte me anuncias
tantas bondades que el Ser Supremo nos brinda
insistiendo que la vida es buena para vivirla
nadando entre mares y tiniebas con alegría
el destino fácilmente a nosotros llega
zumbando de alegría como tus querubines, iré a tu compañía.

VOLVAMOS A VIVIR

Quise apostar nuestro amor,
fui capaz de ponerlo en riesgo,
dejé que madurara algo incierto
en un corazón que se confundió
y no se percató que el deseo y pasión
los llevabas adentro
y siempre me los brindaste sin demora.

Aposté mal y perdí en esa apuesta,
y me doy cuenta del error cometido
y quiero resarcir esta burla a tu amor.
Mi amor también fue burlado,
también fui víctima
aún podemos vivir juntos y volar,
podemos aún soñar con la eternidad
todo volvió a su cauce
somos vida otra vez.

LAS DOS CARAS DE UNA MISMA MONEDA

Hoy quiero pervertir tu carne
y lacerar cada centimetro de arena vívida,
dominar los impulsos salvajes
que me hacen poseerte a la mala
y desnudar el apetito insano por ti
que golpea mi mente cada segundo.

Quiero abrazarte con ternura
y perderme en la vía láctea
que me brindan tus gráciles pechos.
Quiero sumergirme en un nuevo manantial
que ayer ya había descubierto
pero que hoy ya no está seco.

Así es el amor que siento por ti,
así soy yo por ti,
quiero que seas mi esclava en la cama
quiero que me permitas dormir sobre tus cabellos.

TU PARTIDA

Sentir nuevamente el perfume de tus cabellos
transportarme nuevamente a tu regazo
sació mis deseos de tenerte nuevamente conmigo
y es que todo ha cambiado.
Ya no somos los mismos de esos años,
ambos crecimos y maduramos separados
y sin embargo, aún te llevo tatuada en carne viva
aún puedo recordar el calor de tu cuerpo.

Aún puedo moldear en el aire
la silueta de tu cuerpo en movimiento,
aún puedo dibujar con el humo del cigarro
esa sonrisa que me regalabas
cuando buscaba hacerte olvidar lo infortunado
que el destino nos había trazado.

Hoy, igual que ayer,
posaste tus labios en los míos,
pero hoy no es una bienvenida,
hoy es un hasta luego,
hoy sé que ya no podré dibujarte,
sé que ya no volverá ese olor de tus cabellos,
sé que mis manos extrañarán tu cuerpo,
pero sé que serás feliz
porque te llevaste contigo en tu equipaje
guardado entre tus vestidos, recuerdos y sueños
el corazón que me robaste
con tu primer beso.

HOY NACIÓ UN ÁNGEL

Respiros lentos,
miles de momentos en tu memoria
fueron pasando en orden inverso
fueron difuminandose con el latido de tu corazon.

Tus manos perdieron calidez,
tu cuerpo quiso descansar,
tu alma quiso volar eternamente
querias para tu ser un nuevo despertar.

Vuela dulce angel
y vive una nueva vida,
una vida llena de paz y calma,
una vida que buscaste en vida,
una vida que obtienes y es merecida
y que deja la Tierra vacia.

Tu partida no aviso,
te fuiste en puntitas para no despertarnos,
pero se te olvido algo en tu equipaje:
el amor que nos dejaste
y que no pudiste cargar contigo
porque noy hay continente
capaz de almacenar el infinito.

SOLEDAD

Te he buscado,
incansablemente,
recorriendo inmensos salones
y largos pasajes,
innumerables puertas he traspuesto
y los candelabros dejados atrás,
me dicen que de la luz me alejo
y que mi soledad la comparto
con la penumbra absoluta
del sentirse solo en este mundo.

Te necesitaba hoy,
porque mi llanto se convertía
en una vertiente salada que iba a la mar,
porque necesitaba tu mano para transitar
por parajes desconocidos,
porque te acompañé a volar
y deseaba me enseñaras a caminar
pero aprendí hoy
que mis pies de cemento no se moverán,
y aunque pueda volar contigo
sé que luego volarás hacia el horizonte
dejándome en el nido
contemplándote al alejar.

Si pudieras entender solamente
que en mi corazón sólo hay amor por ti
y que justo hoy cuando te vi, no estabas,
que justo hoy que conversabas con todos,
a mí no me mirabas,
que justo cuando necesitaba sentir un beso tuyo,
otros lucían un perfumado carmesí.

Me siento solo y no quiero estarlo
y pienso que quizá si aprendiera a volar más alto
podría dejar atrás el sufrimiento
de sentirme tan cansado y derrotado,
sin más animos de te quieros.
Tus palabras se las lleva el viento
y vuelan aún más alto que nosotros dos,
creo entonces que el mejor camino será
fundirme en un sonoro beso
con esa gran lengua gris que crece a mis pies,
un beso prolongado, infinito y frío con el asfalto,
¿podrá hacerme olvidar la calidez de los tuyos?

Valdrá la pena el intento

TU VEGETACIÓN

Me fundo en la estelas de tu cuerpo,
violando cada centímetro prohibido
traspasando oasis de vegetación tupida
moviéndome entre torrentes y olores intensos.

Con más denuedo emprendo nuevas marchas
para así quedar expuesto al rojo fulgor
del cielo que hoy asoma en los cuerpos
reflejado en el más puro deseo
de seguir viviendo,
de seguir bebiendo.

Volemos juntos al infinito,
ahí donde todo ya tiene límite
pues lo que abriga nuestros pechos es intenso
y la energía que brindamos
nos da suficiente embeleso
y carcome la médula hasta dejarnos
muertos.

DESENGAÑO

Sé que no debí ser sincero,
desnudé mi alma y ésta terminó flagelada
tres días y tres noches te lloré con amargura
para clavarme tras dolor intenso
dos orquídeas tatuadas con tu nombre.

Ya no tengo alas para volar a tu encuentro,
soy Icaro volando raudo hacia el cemento
soy un árbol viejo que cae después de los golpes
golpes que vienen de tu corazón
y que me cortan de raiz.

Hoy quiero beber en tu nombre,
hoy quiero pudrir mi carne en vinagre,
y olvidarte pronto porque tu recuerdo
me lastima, me ciega, me aturde.
Te brindé todo de mí
pero todo fue un juego,
y yo no sé perder, ni calmar este fuego.

SUEÑO CON TUS CABELLOS

Golpes en la pared del dormitorio
que encierra mis pasos y no deja salir
no deja respirar un poco de aire
intoxicación extrema de tu aliento
que en miles de kilómetros puedo percibir
y que no me deja sanar.

Es más difícil soñar despierto
cuando tu recuerdo me invade
y sé que tú destino no es el mío
y que el miedo se apoderó de ti
para dejarme como ser vacío
sin calor ni abrigo.

Sólo deseé con locura con tus cabellos,
morir en las puntas de ellos
y perderme en tus pechos,
sólo pensé en cantarte al oído
melodías hipnotizantes hasta hacerte temblar.
Ahora sólo golpeando las paredes
mi dormitorio tiembla
pues las melodías se convirtieron
en estruendosos gritos de libertad
y de ganas de vivir y volver a soñar.

UN LUGARCITO EN MI

Hoy te conté
algo que el miedo no me permitió
decirte como ayer
que no solo cariño sino amor
crecía en mi ser por vos.

Pero el tiempo pasa y nosotros cambiamos
cada uno respira distintos aires,
cada uno vibra a distintos ritmos,
cada uno sueña pasiones nuevas,
y el sueño de ayer dejó de serlo.

Hoy puedo dormir tranquilo
pues sabes ya que guarda mi corazón
y que en él tienes un espacio
que nunca perderás
y que al escribir esto hoy
te recuerdo con alegría
y con un beso enviado al infinito
que lleva tu nombre
y que cada noche
se posa en ti al dormir,
podré contigo soñar.

LAS TRES V

Vuelo a ti
como cada día entre juncos,
planeo en derredor y diviso
tu cuerpo desnudo que invita mi descanso.

Vuelvo a ti
impregnado de tu olor de la víspera
que tatuado en mis poros
aflora al alba,
y por más calma que mi corazón abriga
busco nuevamente
respirar la misma dosis.

Vuelco en ti
todo mi cargamento de placer intenso
y tu recibes con el pecho abierto
cada mililitro en estruendoso lamento.
No dolerá mi vida como ayer
ya hemos ganado experiencia,
déjame partir nuevamente hoy
y mañana he de volver
con mayor energía.

SIN TI

Me siento agotado
de vivir alejado de ti
y castigarme íntimamente,
de flagelarme a diario
y cargar con la culpa
del deseo inconsciente
que cada noche
me acompaña junto a mi almohada.

Te necesito cerca
para que mis extremidades tengan descanso
y la habitacion no huela a mí
sino a dos animales salvajes
luchando por la subsistencia del más fuerte,
dando aullidos y bramando
hasta que la luna
nos vista nuevamente
al salir a la calle pausadamente.

INFINITA TERNURA

Fueron las diez de la noche
y presto a dormir estaba en cama,
cuando sentí en mi ser una corriente
que premonitoria me auguraba
al igual que los oráculos de tiempos antiguos
que una desgracia se consumaba.

Y me contaste tus penas, tus lágrimas, tus heridas;
no tuviste que hacerlo
pues ya las había sentido la noche pasada
cuando sentí que una parte de mi alma se perdía
cuando sentía que mi inocencia era robada.

Un ser maldito te quitó lo más preciado,
violentó tu carne a la fuerza y nos hizo daño
dejó en ti en vez de miel
un líquido amargo y putrefacto,
que tu cuerpo no resistió
y lo expulsó con la misma violencia aquélla
que doblegó tus piernas.

Déjame curar tus heridas,
déjame limpiar tu piel aún transparente,
eres mi niña a la cual quiero tanto
y por la cual mi vida daría.
No quiero verte llorar más
por ello deja atrás esa noche afilada
de sangre y sudor violento,
vuelve a la ternura de tu cuerpo
que yo sabré conservarla.

En el mañana seremos seres nuevos,
y lo que pasó ayer ni quedará en el recuerdo
tan solo el momento que estuviste en mis brazos
que te llevé en mis brazos
te brinde mi lugar de descanso
y te dejé dormir y borrar esa pesadilla
mientras en la frente te estampaba un beso.

TU SONRISA 17

El cielo nuevamente está radiante
y al caminar diviso un horizonte calmo,
voy presto siguiendo la luz aquella
que guía cada uno mis pasos
y extasiado observo lo que quedo atrás,
pues lo malo ya ha pasado
y ya no quedan reproches en el tintero
y las cicatrices han sanado.

Voy a gatas al encuentro
de esa luz fulgurante que oscila
y brilla cada vez más,
su fuerza me ciega pero igual a la mala
abro mis ojos y después de la inicial molestia
puedo verla directamente,
y ante tanta belleza me rindo a sus pies
y desfallezco delante de ésta,
como cada noche 17
dibujo tus labios con mis yemas.

CABALLERESCO

Camino en círculos perfectos
oyendo al final del pasillo
ruidos de guerra, de cruces, de pendones
que traen momentos olvidados
de huestes guerreras insanas
que de feroz carga han librado,
y tan solo buscan nuevos momentos
y reinsertar en la mente el recuerdo
de tiempos que no fueron
y que, sin embargo, estuvieron.

Brioso corcel que del palacio te alejas
sin la pesada carga del fuete del jinete,
es hora de huir presurosos al palacio,
aquel que ya no existe en el poniente
nos espera una princesa que de cabellos de plata
ilumina la ventana ante la cual
grácilmente asoma
y blandiendo voy a su encuentro con mi espada
buscando de sus labios la más dulce pócima.

Y después de larga travesía,
a los pies del balcón tuyo me encuentro,
dame tan solo el néctar de las dos paralelas curvas de tu cuerpo
y brindaré extasiado al saber
que todo aquel esfuerzo y huída
valieron la pena pues en este momento
vivo esclavizado por tus besos.

AGAIN AND AGAIN

Sexo,
por más que pienso en eso
mi cuerpo no responde a la orden
de poseerte a la mala
de cubrir tu ser de gemidos y lamentos,
de violencia y deseo,
de fluídos y aromas,
de piel e incienso.

Sudor,
se aspira en la habitación
que minutos antes
se convirtieron en horas,
que fue producto de mutaciones
y ahora se encuentra subsumida
en la blancura inexistente
de la pureza de tus sábanas.

Gemidos,
entrecortados y disipándose
con el descanso de dos animales
recuperándose para la nueva lucha,
alimentándose de aromas nuevos
y prontos a ser escuchados
cada vez que decidimos cabalgar
a través del desierto.

Te amo,
y quiero hacerlo de nuevo.

INCOMPLETA

No me hace gracia que
el vivir al filo de
aunque sea contigo y
miremos juntos el.

Así que muérete y ve
no vuelvas a torturar mi
llevaste lo mejor de
y destruiste lo que.

Me siento mejor cuando
respiro un nuevo aire en
caminando y brillando por
mendigando un poco de.

Y en el final de mis
descansar al fin podré si
nunca más vuelva a
y deje mi corazón sin.

TURBACIÓN

Deambulo en círculos
sin encontrar el rastro
midiendo los pasos
para guardar un resto,
pues la espera y el deseo
no me dejan quieto
y de tanta pasión no aguanto
el estar despierto.

Vienes a mí
con la brisa de la noche
y rauda te asientas
en las paredes de la alcoba,
ya la luna te oculta
y ahí te espero tumbado
esperando ansiosamente tu tibia desnudez
yo me encuentro mas turbado.

SOBRE TI

Desperté a tu lado
y entre sudores y fluídos
volvimos a entrelazarnos,
nos convertimos en infinito.

PARA TI

Poseído de un sentimiento inflamado
dejé mis heridas sangrar
y quise volar eternamente,
alejando,
todo el cansancio del sufrir,
del vivir torturado
y cuando mi destino estaba trazado
apareciste en mi vida calmando.

Fuimos dos boxeadores noqueados por el amor,
dimos todo y perdimos más
y aquí estamos nuevamente viviendo
unidos a la distancia tratando de sanar.

Distintas ambiciones, sentimientos, amores,
sueños, deseos y frustraciones,
a pesar de lo distinto, somos tan iguales
y es que el amor nos ha moldeado
usando la misma arcilla,
aquella que se usa en las más imponentes obras,
aquella que dura toda la vida.

No necesitas extrañarme
porque en cada sonrisa tuya me encuentro
tatuado en ese mar níveo de frescura,
tan solo quiero sentir que el viento
trae tu aroma a mi cuerpo
y mandarte por medio de él
el mejor y el más perfecto de mis besos.
Amiga mía.

jueves, 2 de agosto de 2007

DOLOROSA PERFECCIÓN

Quiero vestirme de perversión,
violentar tu carne las treinta horas del día
y nadar en fluídos silentes
y ahogarme en la mezcla de olores
que llenen el espacío vacío
dejado entre el descanso de dos cuerpos.

Es preciso desnudarte salvajemente,
y no dejar botón intacto de tu vestimenta,
arrancar con los dientes
cada centímetro de tu segunda piel
que sea insensible al tacto
y al músculo caliente que serpentea
delicadamente el infierno.

Y una vez desnudos,
ser tu jinete en desiertos perfectos,
cabalgar en médanos, colinas y oasis,
llevar la brida con maestría
y sólo apearme cuando tu cuerpo
no resista las bocanadas tibias
y nuestra quietud sólo sirva
para que volvamos a retomar el intento.

Es preciso que entendamos
que en el dolor está el amor
y en el amor está la perfección...
¡Seamos perfectos entonces!

No tengas miedo, mi amor,
hoy seremos más perfectos que ayer.

ÍCARO

Prohibido respirar
en el viaje desafiante a la gravedad,
la velocidad alcanzada
aproxima el gran final.
Y mientras medito lo venidero
observo la gran pintura
mezcla de cemento, tomalidades grises,
minúsculas partículas verdes
y un gran marco celeste.

Hoy seré un clavadista
y me fundiré con la gran lengua
y aportaré mi propio color:
mezcla de carne con rojo intenso.
No tendré miedo,
el viaje es corto y necesario...
viajar y alejarme de la intoxicación
que es el vivir en un mundo
que camina en sentido contrario al mío
y se resiste a cambiar su marcha
por más que me quedo quieto.

Discúlpame si no tuve tiempo de despedirme
pero cada día es un nuevo día,
mañana sólo sere una mala noticia
y hoy tan solo soy un luchador
que decidió no seguir siendo golpeado
y que busco un reparador sueño...

¿Quién sabe?
Quizá cuando te enteres de mi viaje
decidas tomar el mismo vuelo...
¡Anímate! Yo te espero.

El cielo es nuestro.

TESTAMENTO

Te dejo mi cabeza,
aquella que se reposó tantas veces en tu regazo,
aquella que siempre busco escapes
para poder tenerte cerca,
para no estar tan lejos,
mudo testigo de tantos pensamientos
todos dirigidos hacia ti.

Te dejo mi pecho,
en el cual tatuaste tu nombre con besos,
que recibió el perfume de tus cabellos
cuando cabalgabas mi montura
y te mecías al compás de un viento invisible
y de contracciones dispares.

Te dejo mis brazos,
aquellos que conocieron tu verdadero peso,
ligero como la pluma,
pesado como un castillo desierto.
Y te los dejo pues ellos, solamente ellos,
podrían revelar el secreto
de las curvas del deseo.

Te dejo mis piernas,
que tantas veces me llevaron a ti,
que fueron tenazas implacables
cuando la amalgama era perfecta.
Recuerda tus paseos por ellas
y tu búsqueda incesante del norte,
bajo un marco de solos
que eran la música,
la misma que ejecutábamos ambos con denuedo.

Te dejo mis manos y pies,
pues no sé que hacer con ellos sin el resto.
¡Cuídalos!... Quizá cuando vuelva
he de perdírtelos para el ropaje nuevo
y pueda remontar mis pasos,
apoyarme en el laberinto del cual
he de salir cuando todo esté consumado,
cuando yo esté enteramente consumido.

Eres dueña de mis pertenencias terrenales,
albacea de mi sueños y movimientos,
regente de mis pensamientos y deseos,
quedándote con mi pasado inexistente
siendo partícipe del deseo constante de haber vivido
tratando de morir en el intento.
Y si tan solo quisieras,
te dejaría mi corazón y mi alma
para que armes el rompecabezas
que encierra el misterio de mi partida.

No queda mucho tiempo y quiero viajar ligero.
Camina buscando en la mar
una nueva corriente que desemboque en tu seno,
y si la pruebas sentirás el sabor salado
de las lágrimas que vertí al despedirme
esa mañana tibia de febrero.

ESPERANDO

Todo cambió,
he madurado y los miedos se disiparon,
las dudas han trocado en afirmaciones
de un nuevo destino que hoy me acompaña.
Y la distancia que hoy nos separa
quisiera destrozarla y decirte
un océano de lamentos y te quieros,
un cielo lleno de promesas y deseos,
cerrar por completo aquella herida abierta
que me dejo tu partida sin regreso.

Lo pasado quedó olvidado
y hoy tengo en cuenta que has mudado,
que vuelves a ser quién llenó mi mente y corazón,
de tantas ganas de vivir y sueños
de pertenecer y ser parte de ti.
El tiempo que se ha ido,
sólo me permite recordarte con cariño,
agradecerte por las páginas escritas en mi libro,
por ser parte principal de mis horas de descanso,
y de la humedad que a veces reina en mi lecho.

Quizá algún día podamos volver a vernos,
y si es así guardame ese primer beso,
ese que no supe guardar ni cuidar y que se desvaneció con el último,
ese que selló tu alejamiento.
Seguiré esperando que vuelvas,
envuelto en canciones oscuras y melodías confusas,
fumando lentamente mi vida,
mientras el humo me permita desaparecer
esperando que tu luz nunca se apague.

FALSA PROMESA

Rara traza vistes hoy,
ya las oraciones se vuelven
traqueteos inentendibles al sentido,
el sueño de ayer se quebró en mil pedazos
convirtiéndose en arena desértica e infértil
aquella misma que te sirve de alfombra
cuando retozas entregada a nuevas promesas,
a brazos distintos.

Tu voz dulce ya no causa el mismo efecto,
tus regaños y reconvenciones
suenan a bromas sin sentido,
la sinceridad no fue invitada a nuestra mesa
en la cual se sirve el plato frío
de la decepción y el misterio
de saber cuándo fue que todo cambió
y el por qué de tu silencio.

Pesada vestidura he de llevar en hombros
que sólo vislumbra la certidumbre
que el viento golpea fuerte,
así como los sentimientos.
Ganas tengo de convetirme en polvo
y ser eterno viajero,
sin más reproche algún día se cumplirá mi deseo
y no estarás cerca para verlo.

PREGUNTAS Y UNA RESPUESTA

¿No me tienes miedo?
¿Es que acaso el frío acero
no hace daño a esa piel ardiente
que en el lecho era cómplice
y en la partida era traidora en extremo?

¿Será necesario amordazarte
para no escuchar las súplicas,
para no volver al pecado original de entenderte,
para no comer de tu manzana,
para no perderme si es que cedo?

¿Es justo acaso tener piedad,
tú que con el arma más fuerte y superior
a espadas y cañones
fuiste capaz de no dejar un ladrillo intacto
dentro de esa pared sólida
que era la devoción dedicada a tu nombre
que encerraba un corazón terco?

¿Es que no eres culpable de regicidio
al haber destruído al otrora rey de tus sueños,
de dejar que mi cabeza se cercene ante los crueles pensamientos
que hoy me hacen verte en frío espectáculo,
relamiendo y gozando de la venganza en mis labios
y en cada nervio sensitivo de mis dedos?

¿No estabas dispuesta a morir por mí
cuando todo era paraíso e incienso,
cuando las flores nunca habían inventado tantas formas y colores,
cuando las aves nunca habían superado tantas melodías
creadas por tantos hombres?

¿Es preciso tu sacrificio,
pues no estás en un altar ni hay un becerro al cual atar,
y no eres hija mía para yo mudar de parecer como Abraham,
ni dudar por un instante
de la cuenta que debes pagar?

¿Puedes darme otra alternativa
antes que me convierta en irracional
y mi cuerpo se tiña de rojo intenso
y la luna deje de ser llena esta noche?

Te ahorro la respuesta, pues la mordaza
atada con habilidad no te deja
pronunciar palabra alguna
y sólo dejaría paso a tu hálito final.
Sigue viviendo y pudriéndote cada día
con la miseria que significa vivir
con el perdón de aquel a quien tal cruelmente lastimaste.
No mereces que te quite la vida,
ni que mis dedos vuelvan a tus cabellos,
ni que tu sangre intoxique mi cuerpo.
A tu salud bebo esta copa infecta,
distinto final al previsto,
no tengo el valor para profanar mi ser,
esa labor la tuviste encomendada
desde que me diste el primer beso.

INEXPERIENCIA

Discúlpame si te herí,
si mis palabras causaron magro efecto,
si mis defensas no estuvieron a la altura
del entendimiento que te ofrezco
cada vez que mido el tiempo
que inexorable se aleja
y me indica que tienes que irte.

Las palabras de ayer no tenían destinatario,
tan solo reflejo de un día funesto,
un día en el cual la gente lastima
tan solo mirándola pasar al lado
y ver como vegetan miserablemente
mientras uno se va calcinando
por las ganas de gritar
e inundarse en bebidas amargas
que maceran mejor en lo interno.

La necesidad de tenerte,
la duda que asalta los sueños,
las miradas cómplices y ajenas,
el sol que atrapa y asfixia,
tantos temas por hablar
tantos recursos sobre los cuales discernir,
mas sólo uno ocupa mi existir.

Mi religión no está en un templo,
mi fe no se encierra en responsos,
mi fanatismo no sigue imágenes fatuas,
mi salvación no la he de ganar no haciendo lo que hago;
la panacea y el placer de vivir se resumen
en vivir por el placer de experimentar intensamente
los secretos por más prohibidos que estos sean,
aquellos que guardas y me entregas
en momentos mágicos que el silencio se vuelve rugido
y el aliento nuestro atrapa la ciudad
cobrando vida el cemento.

No hay reproche ni desencanto,
tan solo las ganas que el hedonismo se manifieste
cuando la oscuridad reine en la habitación,
cuando el tacto sustituya la visión de los cuerpos
y juguemos como niños
y perdamos la inocencia de jugar como antaño,
pues estamos listos para otros divertimentos,
excelsos e intensos,
aislados del resto.

SALVAJISMO

Mi corazón sangra y está enfermo,
clama a los 4 puntos tortura y castigo
para el pobre ser que manchó tu cuerpo
de manchas escarlatas, violáceas y oscuras,
que tatuó su puño en tu sien
y que no supo defenderse más que con la brutalidad
que ostenta su maldita existencia.

Suerte miserable tiene
de esconderse y vanagloriarse de la afrenta
mientras que a cientos de kilómetros
mi alma se llena de pesadez e imprecaciones
y mi mente abriga un trágico deseo
de consumar algo irreversible
para que se produzca un nuevo big bang
y nuestra historia empiece con un mundo nuevo.

Lejano no será el día
en que yo también pueda tatuar su cuerpo
y convertirlo en masa putrefacta,
destrozar cada recuerdo de esa mente perversa,
hacerle conocer el verdadero sufrimiento
de querer la muerte antes de vivir,
de hacerle rogar por piedad
mientras lacero sus miembros.
Y cuando me canse de propinar penitencia y castigo,
me tragaré su halo siniestro
y en tu rostro renacerá como un soplo de vida
cuando bendiga tu cuerpo con mis besos.

SENTIMIENTOS PASADOS

Aún puedo verte jugando con tus trenzas,
camuflaje perfecto de tu rostro de niña
que se abría en flor a las quince primaveras
a alteraciones corporales que aún no entendías
y que sin saberlo daban paso a tu madurez.

Aún puedo recordar el último día que nos vimos
pues no hubo tiempo de despedidas ni reprimendas,
quedó en el ayer y supongo en cenizas
aquella página de tu cuaderno que escribí
manifestando un amor de estudiante,
inexplicable, inocente,
imposible, puro,
mágico, silente.

Aún puedo dibujar la misma sonrisa
motivada por las nuevas de tu existencia,
ya no tenemos quince años,
respiramos los treintas,
y presiento que el tiempo no mancillo tu belleza
que aún tu alma de mujer juega a ser niña.
Ojalá que estemos a tiempo
de volver a los ochentas,
el gris no nos sentará bien en los cuerpos,
nuestras medidas han cambiado
pero nuestros corazones aún mantienen
la misma inocencia que dejamos
el último diciembre que estuvimos juntos.

INDECISIÓN

¿Cómo puedo hilvanar una frase
cuando tiemblan las cuerdas vocales,
cuando mis manos no pueden acercarse a tu faz
pues se encuentran mezcladas en las tuyas,
sin libertad de acción,
sin posibilidad que ellas mismas se expresen
con la voluntad del movimiento
que les da vida?

Quería que te quedes conmigo hasta el amanecer,
pero ambos sabíamos que tenías que partir,
al final tenemos una vida para decidirnos
y tan solo unos minutos para un asentimiento o negativa,
tan poco tiempo para tomar una decisión
de vivir para que me des vida
o vivir para mirarte como te vuelves inalcanzable
y por más que me vista ligero
no poder alcanzarte pues tu destino
te movió a alejarte de mí.

¿Valdrá la pena arriesgarme,
a no dudar y querer nuevamente tener tus manos en las mías,
a poder cubrir tu cuerpo con mis brazos
y brindarte la calidez en invierno
o el deseo desmedido en verano?

¿Y si me dices sí?
Quizá no sea necesario escribir más
pues la poesía la habré encontrado en ti
y no necesitaré en la soledad ya pasada
desahogar en papel mis monólogos frente al espejo.
¿Y si me dices no?
Seré previsor entonces
y la tinta y el papel no faltarán en mi mesa
y en cada verso te endiosaré,
te convertiré en constelación,
te entronizaré en el Olimpo de mis sueños
y no permitiré que se empañe mi espejo
cada vez que lo visite en las mañanas.

MIRANDO EL CIELO

El mismo sol que me cubre,
es tardo en llegar a tu rostro
y los sesenta minutos de diferencia
marcan un espacio en kilómetros inexpugnables,
difíciles de recorrer.

Y cuando mi cuerpo se posa en la alfombra verde
y prolongo mi extremidad superior
buscando tocar ese cuerpo amarillo intenso que me ciega,
dibujo formas caprichosas arabescas
que recuerdan esas noches de colores
que se desdibujan al anochecer
para dar paso a camuflajes misteriosos
escondidos en la penumbra.

Y a miles de kilómetros
¿tú repetirás este acto?
Espero que sí,
seguiré dibujando siluetas en el aire
hasta sentir tu índice
posarse en mi sien.

INSOMNIO

Qué difícil dormir,
qué largos minutos no transcurren
y no dan paso a mi decisión
de ser un clavadista sin mar en derredor
y acariciar por un momento el cénit
o hundirme en el más inhóspito habitáculo.

Si tan solo hicieras más fáciles mis palabras,
si vieras cómo tiemblan mis labios,
pero tus ojos se concentran en ver el reflejo en los míos
de esa belleza turbadora
que me confunde y embriaga
y no deja lugar a dudas
que nuevamente la esclavitud
mora en esta casa.

¿Encontraré las palabras correctas?
Y si las encuentro y acierto, ¿tendré descanso?
No me interesa la falta de sueño
porque un movimiento vertical de tu cabeza
me daría el descanso eterno
de esa búsqueda que me ha causado
los primeros hilos blancos
que penden sobre mi cabellera
y la sequedad que viste la soledad de mis labios.

ANTICIPO DE MUERTE

No te sorprenda
que mañana el mundo esté menos poblado,
no dudes
que una decisión radical se concreta en segundos,
no te aflijas
por no haber podido cambiar mi hoja de ruta,
no llores
si en tu ventana ya nunca más me encuentras,
no te vistas de negro
la muerte me espera con un arcoiris.

ADVERTENCIA

Corazón rabioso,
continente de amargura,
olor de podredumbre,
maldito testigo de una cólera irrefrenable,
hilvanador de miles de fórmulas
para acabar con las eternas acusaciones.

Maldito sea
por tener la cobardía
como compañera de celda en mi ser,
ser incapaz de tomar la mejor decisión
que es partir sin convertirme
en estatua de sal en Sodoma.

Algún día esa impavidez terminará
y mi existencia en este mundo
se convertirá en un paso fugaz sin fruto.
Hoy grito y proclamo mi odio,
hoy advierto a vivva voz,
quiero morir pronto
pero mientras eso no suceda
me dedicaré a vivir para conseguirlo.

MALDITAS GANAS

Mi puño no termina de cerrarse,
la figura imperfecta del poder,
del deseo de resolver todo
dando un golpe seco y mortal,
destruir ese fantasma perpetuo
que mi vida carcome y hiere.

Miseria y crudeza
vigilan mis pasos y lo cimentan
ganas de destruirte y borrar tu imagen
sin importarme las miradas
y la incomprensión de mi designio.

Alguna vez tendré tu cuello en mis manos,
apretaré con fuerza y sin piedad,
gozaré con cada aliento entrecortado,
seré actor de una purificación
y por ello seré marcado con una flor de lis en el hombro.
Aunque me hayas dado la vida
y merezcas misericordia por ello,
te juro no la tendré
y me volveré aún más fiero,
¿quién mejor que yo para robarte la existencia
y así aliviarme tanto sufrimiento?

DECLARACIÓN DE AMOR

La suavidad de la piel
mezclada con los relieves de placer,
olores y sonidos emitidos
dentro de paredes que atestiguan
palabras silentes,
promesas eternas,
exhalaciones gozosas,
compromisos humanos.

Son el final de mis extremidades
torpes para recorrer los médanos,
y sin brújula viajan y se pierden
cientos de veces en un paraíso vegetal
que hoy luce talado.

Y, frente a frente, tras el esfuerzo
repasando cada momento
y recobrando el aliento entrecortado
nos juramos amor eterno
y un sello de ilusión pactado.

No nos queda mucho tiempo,
sólo nos queda la vida
y nuestros sueños para intentarlo.

MANIFIESTO DE VIDA

Manifiesto mi imperfección
desde mi nacimiento,
día gris en el almanaque
que otros revisan con expectativa
y que yo desprecio ante mi vista en silencio.

Manifiesto haber tratado de amarte,
de dejar mi vida guardada en un cofre
atrapado en el tiempo
y brindarte mis sonrisas y juegos,
pero eso no resulto suficiente
para un final marcado con traición,
lacerante y comprensible,
anticipo de tu eterna partida.

Manifiesto que trataste de amarme
pero no permití que mis heridas sanen,
que las horas que luchamos
contra nuestras limitaciones
acabaron por derrotarnos,
y que te hice daño al no aceptar
una propuesta de vida salvaje
luchando contra mi propio instinto animal.

Manifiesto que después de la oscuridad
que gobernó con dureza mis días,
tú me salvaste
y auque fuiste incomprendida,
marcada por un accidente y viviendo con la herida
me devolviste la seguridad,
tranquilidad en noches de tormenta,
la sensación que aún había futuro en el horizonte,
que el amor no me negaba su reconocimiento
e incluso la sexualidad olvidada.

Manifiesto lo mágico que fue conocerte,
lo precipitado de un amor que empezó
como jugando un crucigrama,
tratando de ubicar las letras y palabras exactas
para tan solo decir un te amo.
Pero siempre el final asomó desde el inicio
y la llama inclemente
se fue extinguiendo por la brisa del verano
y no supe mantener y cuidar tu cariño
y nuestros sueños distintos
nos llevaron por rumbos contrarios
envueltos en halo de misterio
como el final abierto de un crimen.

Manifiesto que hoy dudo y me desespero,
que todo lo contado no es suficiente lección,
que la timidez se apodera de mis labios y miembros
y tiemblo ante tu sola presencia
y mi corazón encierra un sentimiento pasado
que lo demás llaman celo
y que yo tranquilamente llamo
desmedidas ganas de ser parte de ti.

Manifiesto que cometí muchos errores,
que mi vida es una fantasía de un payaso,
mal diseño de un arquitecto inexperto,
patada artera de un traidor,
pésimo boceto de una obra de arte,
la más horrible nota que un soprano
pueda lanzar al viento.

Manifiesto que mis errores son dura carga y me persiguen,
que cada día mi espalda se dobla más,
que tengo dos verdugos que se sientan sobre ella
y son infatigables,
y que me estoy cansando de soportar tan duro peso,
coronación y burla de un fracaso
que tiene visos de continuar
hasta que el cargador o los verdugos revienten.

Manifiesto que mi vida y mis manifestaciones
gozan de un perfecto desorden
y que tan solo una cosa me motiva
seguir manifestándome plenamente:
el saber si mis dudas terminarán,
que lo pasado ya no tendré que volver a escribirlo,
que mis verdugos se bajen de mi lomo,
que el fracaso tatuado en mí desaparezca,
que mis errores tan solo se conviertan
en anécdotas perversas de una vida inexperta
y que el vivir junto a ti dure hasta el mañana.

DULCE SUEÑO

Ven a mí,
hermano inocente de la muerte
y brinda descanso
posándote en mi vista
y dando paso a una realidad ficticia
en medio de la oscuridad y el silencio.

Permíteme quitar el duro yelmo
y dar flexión a mis miembros
que la noticia aciaga domina mi mente
y la nubla como en la víspera del invierno.

Acaríciame con tu mano extendida
y viajemos juntos siguiendo a Dante,
perdámonos en la serpiente de agua que moja mi valle,
y mientras tome impulso y pueda ver desde el cielo
lo minúscula que es mi vida desde el firmamento,
entrégate a mí eternamente.

HAIKUS

La muerte
juega conmigo vestida de niña,
esperando que me funda en ella con un beso.

---------

Mi debilidad
expone mis heridas al viento,
y la brisa del mar muere en el intento de cerrarlas.

--------

El amor murió
sembrada por la duda,
en el vacío de tu corazón.

--------

Lágrimas de hombre,
producen ríos y mares
de frustración y desconsuelo.

-------

Fragilidad en flor,
muda huella de tu feminidad
silente al frío cruel en tu seno.

---------

Tu cuerpo,
en notas disímiles
guarda la sinfonía del estruendo.

---------

Desierto y oasis,
superficies de placer intenso
descubiertas con mi tacto.

---------

Tu cálida presencia,
suave aroma de incienso y flores,
salvaje llamada al instinto.

---------

Noche extrema,
lecho sin fronteras ni esquinas
imposible escape al vacío.

---------

Mirada de fuego,
deseo en cadena,
dos sombras convertidas en una.

---------

Mar rojo,
avecinándose irregularmente,
desciende de tu cuerpo formando un escudo.

---------

Juegos peligrosos,
que difícil es lidiar con la adrenalina en ebullición,
demasiada piel sobre piel nos cubre.

---------

La blancura imperfecta de tu vientre,
lienzo de éxtasis interrumpidos
por temores no controlados.

---------

La llave perfecta de tu cuerpo,
bañada en sudor y vida
entra fácilmente abriendo universos.

---------

Ajuste y fricción desmedidos,
tanto dolor que soportar
tanto placer en tan poco espacio.

---------

Suavemente en mi interior,
tus dedos buscan la nuez del placer
provocando explosiones lácteas nunca vividas.

---------

Silencio de doce solsticios,
tu lejanía de ayer, fatua y abrasadora,
hoy es tu presencia, inmisericorde y esquiva.

jueves, 26 de julio de 2007

¿EL POR QUÉ ME CONOCEN COMO OSO LIBIDINOSO?



Aquellos que conocen mis gustos musicales y mi sentido del humor (bueno, malo, pero mío) saben que mis humoristas favoritos son argentinos. El grupo "LES LUTHIERS" usan la inteligencia y la música a fin de brindarnos obras maestras de comicidad, sin recurrir al chiste fácil, vulgar o de doble sentido. He tenido la oportunidad de verlos hace aproximadamente 4 años atrás y aún guardo el recuerdo grato de dicha experiencia.

Mi primer acercamiento a ellos fue comprando unos cassettes piratas en Barranco y luego en la puerta de la Universidad Católica. Lo digo sin temor, pues no era posible encontrar sus obras en versiones originales en nuestras discotiendas. Sin embargo, poco a poco comenzaron a llegar sus obras, desde las más antiguas a las más recientes. Ahora puedo alegrarme de tener casi todos sus videos y sus grabaciones.

La obra "Teresa y el Oso" me hizo acordar mi época de colegial cuando en mi curso de Música nos hacían apreciar la obra "Pedro y el Lobo". Era mágico como los instrumentos musicales te creaban un ambiente e incluso representaban un personaje definido.En "Teresa y el Oso", Teresa busca entre los animales del bosque a su príncipe encantado por la bruja Granuja. Y apareciendo siempre, tratando de robarle un beso, disfrazado, el Oso Libidinoso.

El espíritu juguetón del personaje, la personalidad del mismo, el sonido gracioso del mismo hizo que adoptará dicho seudónimo. Con dicho seudónimo me conocen muchos amigos, entro al msn, me conocen en la página de juego de yahoo (LITERATI)y he registrado mis escritos en La Página de los Cuentos. Muchos y muchas me preguntaban si en verdad era libidinoso. Y la respuesta es un SÍ a medias. Pero reitero, la principal razón de la adopción de dicho seudónimo fue en reconocimiento a "Les Luthiers". Valor añadido es que sea algo libidinoso, pero ese es otro tema.

Les recomiendo de todo corazón conseguir las grabaciones y los dvds de "Les Luthiers". Les aseguro que les sacarán una sonrisa de una forma tan fácil y sencilla, que no les dolerá.

A continuación, a los que puedan conseguir la pista musical, les adjunto el texto de "Teresa y el Oso".


Teresa y el oso (cuento sinfónico)
(Volumen IV)


Para la grabación del cuento sinfónico Teresa y el Oso de Johann Sebastian Mastropiero, Les Luthiers contrataron a 61 personas: 60 profesores de orquesta y uno de zoología. La limitada capacidad del estudio de grabación condicionó interesantes soluciones de espacio: un flautista delgado dentro de una tuba, el platillista como abrazado a un fagot, una oboísta a babuchas del timbalista, siete violines en el vestíbulo, los cuatro cornos desde sus casas por teléfono y la arpista en el bar de enfrente, lo que obligó a llevar su micrófono hasta allí y a pagarle un café con leche.

Salvo la princesa Teresa, que se identifica con el quinteto de cuerdas de la sinfónica, los otros personajes de Teresa y el oso están representados por instrumentos informales ejecutados por Les Luthiers.

En orden de aparición:

Pajarillo Amarillo: Tubófono Silicónico Cromático
Jabalí Alí: Alt-pipe a vara
Molusco Pardusco: Gom-horn da testa
Mariposa Golosa: Dactilófono
Oso Libidinoso: Glamocot
Bruja Granuja: Glisófono Pneumático
Tres Gansos Mansos: Kazoos
Bajos Instintos: Bass-pipe a vara
Vaca Resaca: Yerbomatofono d'amore


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Aquella, habría sido una tranquila mañana de otoño en el bosque, una mañana de otoño común y corriente, si no fuera que ya eran las cuatro de la tarde y estaban en verano.

Todos los animales habían sido citados por la princesa Teresa en un claro del bosque para averiguar cual de ellos era su prometido, el duque Sigfrido el Erguido.

El duque, había sido hechizado por la bruja Granuja, que no sólo lo había transformado en algún animal del bosque, sino que además, le había quitado la memoria.

El pajarillo Amarillo, cantaba alegremente. El pajarillo decía: “Solo el amor de la princesa puede devolver la forma humana al duque”.
En ese momento, se presentó el jabalí Alí. El jabalí preguntó: “¿Por lo de la princesa es aquí?”
“Si”, dijo el pajarillo” Nos han citado a todos. A propósito, ahí viene, arrastrándose, el molusco Pardusco”.
El molusco preguntó: “He perdido mi caparazón. ¿No lo vieron?”
En ese momento, apareció volando la mariposa Golosa. “¡Socorro!”, se quejaba la mariposa, “¡Me persigue el oso Libidinoso!”, y apareció corriendo tras ella, el oso Libidinoso.
El oso, perseguía a la mariposa ofreciéndole una margarita y recitándole un poema que decía: “¡Sublime éxtasis de amor, mariposa, que acelera mis latidos, vayamos, vayamos, vayamos, vayamos, vayamos pronto!”.
El molusco se interpuso. El oso bramó: “¿Y tú que quieres, despreciable molusco?”
“¿No vio mi caparazón?”
El instante fue aprovechado por la mariposa Golosa, que se escondió ayudada por el pajarillo Amarillo.

Hacía ya tres lunas que la bruja había hechizado al duque. La hermosa princesa Teresa deambulaba en su búsqueda, lamentándose de su suerte. La acompañaban en silencio sus fieles gansos Mansos.

El pajarillo anunció: “¡Ya llega la princesa! ¡Que triste está!”, y apareció la princesa.
Entonces, apareció la bruja Granuja. La bruja se burlaba: “¡Nunca sabrás en que animal he convertido al duque! ¡Ni siquiera él recuerda nada, ja ja ja!”

La princesa clamaba: “¿Dónde estás, Sigfrido, Sigfrido? ¿Qué clase de animal eres?”

Los gansos consolaban a la princesa: “¡Tranquilízate!”, dijo el gansito pequeño, “Ten calma”, agregó la gansa robusta, “Todo irá bien”, dijo el ganso viejo.
“¿No vio mi caparazón?”

De pronto, la gansa robusta lanzó un grito de indignación, le dio una tremenda bofetada a un cuarto ganso enorme que estaba a su lado y salió corriendo. El ganso enorme no era otro que... ¡el oso libidinoso disfrazado!, que corría a la gansa ofreciéndole una margarita al grito de “¡Sublime éxtasis de amor, gansita, vayamos, vayamos pronto!”
Los gansos fueron en ayuda de la gansa robusta, y la princesa se quedó sola.
“No debo flaquear”, díjose la princesa, “no debo flaquear, debo encontrar al duque”, pero en ese momento, se hicieron oír los bajos instintos de la princesa: “Olvida al duque. Recuerda los abrazos de aquel fornido palafrenero de palacio”. “Pero debo cumplir con mi deber”. “¿Y si algo falla y el hechizo de rompe sólo a medias? El duque podría quedar medio animal...” “Bueno, en eso es igual el palafrenero...”

Mientras esto sucedía en el bosque, veamos que pasaba en una pacífica granja cercana.
El granjero, silbando distraídamente, ordeñaba a la vaca Resaca. La vaca rumiaba sus pensamientos... y otras flores que había comido esa mañana. “¡Que extraño!”, pensaba la vaca Resaca, “es la primera vez que me ordeña de tarde...” y miró al granjero. Resaca lanzó un mugido y salió corriendo. El granjero no era otro que... ¡el oso Libidinoso disfrazado!, quien comenzó a perseguirla ofreciéndole una margarita al grito de “¡Sublime éxtasis de amor, vaquita, vayamos, vayamos pronto!”.

En el bosque, la princesa, ayudada por los gansos Mansos, se había interrogado a casi todos los animales, pero no había logrado averiguar cual de ellos era el duque. Una triste desazón invadió a la princesa.

De pronto, los gansos, viendo llegar al pajarillo y a la mariposa, bramaron: “Ustedes dos, ¿qué hacían la noche en que el duque fue hechizado?”. “Nada, nada”. “¡Confiesen!”, (marcha nupcial)“y bien, si, pero nos vamos a casar”. Un fracaso más. Otra triste desazón invadió a la princesa.

Teresa, alzó sus bellos ojos, como implorando ayuda a los que la rodeaban. Hasta que su mirada se cruzó con la del jabalí Alí. “¡Miren!, ¡Si, si, no hay duda!”, dijo la princesa, “¡el jabalí tiene la misma mirada que el duque!”. El jabalí, con sombría voz declaró: “Es que yo no soy un jabalí”. “¡Oh!”. “¡Yo soy... ¡”. “¡Él es... !”. “Un duque hechizado”. “¡El duque Sigfrido!”. “No, el duque de Mantua”. “¿Y que haces aquí?”, preguntó sorprendida la princesa. “¡Me echaron de Rigoletto!”. La última posibilidad había fracasado. Otra triste desazón más invadió a la princesa.

De pronto, de la espesura surgió el oso Libidinoso y exclamó: “¡Aguarde! ¡Al ver a Teresa recuperé la memoria! ¡Ahora entiendo la causa de mi vergonzoso desenfreno! ¡He sido víctima de un hechizo cruel! ¡Gracias, amor mío, por venir a salvarme! ¡Yo soy el duque Sigfrido!”. Dicho esto, el oso arrancó una margarita, y viendo la alegría en el rostro de la princesa Teresa, se dirigió a su encuentro triunfalmente. El oso le ofreció la margarita a la princesa, pero en ese momento, la bruja Granuja se interpuso, y con aire trágico gritó: “¡Tú no eres el duque, farsante! No puedo soportar este atropello. ¡Yo no sirvo para bruja! Lo hago para complacer a mi familia. El duque Sigfrido es el molusco”, y la bruja se fue llorando, mientras el oso, conmovido, corría tras ella, ofreciéndole la margarita.
Todos felicitaron al molusco, quien avanzó hacia la princesa lentamente, como un duque. Mientras el molusco agradecía los aplausos, Teresa lo tomó con amor, y lo depositó suavemente sobre la palma de su mano. Y ante el asombro y el esfuerzo de Teresa, el molusco se fue transformando en un joven esbelto y hermoso: El duque Sigfrido.

Allí están Sigfrido y Teresa, con los corazones entrelazados, mirándose a las manos y con los ojos latiendo al unísono. Y ya inician su triunfal regreso al palacio. Los animales los escoltan en eufórico cortejo.

Todos bailan alegremente. Y allá van, encabezando el cortejo, el duque, la princesa, y su flamante dama de compañía que no es otra que... disfrazado, el oso Libidinoso.

domingo, 15 de julio de 2007

CAMINOS ENCONTRADOS

No había tenido tiempo de dormir. Al final, eso sucedía siempre. Su descanso sólo abarcaba unas horas pues Miguel necesitaba de ella. Estrella, a pesar que se le caían los ojos de cansancio, ya estaba preparando el desayuno. Previamente había ido a la tienda y había comprado unos panes y la leche. Ahora, sin embargo, deseaba estar metida en la cama pero no podía. Primero, el desayuno de Miguel, luego ponerle su ropita y después llevarlo al colegio. Luego de eso sí volvería a dormir. Ya en la mesa, todo era tranquilo. Tenía la lección bien repasada y hoy en matemáticas no iba a defraudarla. A pesar que hoy hubo tres panes para cada uno, Miguel tenía aún hambre.

- Papito, hoy ya comiste tres panes y es porque el trabajo felizmente estuvo bueno pero no siempre será así mi hijito.

- Es que tenía hambre mamá. Ayer cenamos temprano y bueno hoy amanecí con bastante hambre.

- No te preocupes Miki. Si Dios quiere y con suerte podremos comer mejores cosas. El negocio va mejorando.

- Ayer quería que me cuentes un cuento pero sólo estaba la abue pero estaba roncando, así que tuve que volver a la cama pero no podía dormir. Quería un cuentito y algo que comer.

- Ya mi cielo. No me reproches. Pon bien el cuello de tu camisa y terminemos de peinarte. Tienes que ir temprano al colegio. En unos años irás a la universidad y serás un gran profesional y estaré orgullosa de ti.

Miguel acariciaba el sueño oculto de ser policía. En las tardes jugaba con sus vecinitos y él siempre capturaba a los malhechores. Su pistolita de plástico era infalible para la captura de los delincuentes más avezados: Dianita y Pedrito, sus vecinitos.

Estrella y Miguel caminaban de la mano. Ella preocupándose siempre del peinado de Miguel pues el viento movía su cabello ondulado. Sentía las miradas de las vecinas y de los vecinos. Pero estaba Miguel y debía contenerse. Una mirada sostenida a unas, una guiñada de ojo o un movimiento de cadera a otros. Tenía buen cuerpo Estrella, aunque su rostro no reflejaba sus escasos 25 años.

- ¡Mami, tienes los ojos hinchados!

- No digas esas cosas Miki. Lo que pasa es que por preparar el desayuno no tuve tiempo de maquillarme.

Rápidamente ya habían llegado a la puerta del colegio y seguía sintiendo cómo le lastimaban las miradas. Pero estaba acostumbrada a ello. Todos los días era lo mismo. Abrazó a Miguel, le dio su bendición y le mandaba besos a medida que Miguel iba entrando al patio donde estaban sus demás compañeros.

Una vez en casa Estrella se puso a lavar todos los platos y al finalizar nuevamente se puso a dormir. Siempre soñaba lo mismo. Era un sueño recurrente aquél. Por más que trataba de evitarlo cada cierto tiempo venía a ella ese recuerdo imborrable, esa tristeza, esa amargura. Una recapitulación en minutos de sus cortos 25 años de vida.
Recordaba a mamá Florencia desvivirse y trabajar en la fábrica hasta altas horas de la noche y así había educado ella sola a sus 6 hijos. Todos vivían en dos habitaciones que eran sala, comedor, habitación, cocina, baño, todo junto… todos juntos. Estrella era la menor y por ello la más inquieta y engreída de casa, pero la que tenía más dudas. Sin embargo, esas dudas se resumían en una:

- Mamá, ¿y cuándo volverá papá?

Y así transcurrieron los años y Estrellita cumplió sus 10 añitos. A pesar de lo pequeña que era la casita, mamá Florencia preparó unos sanguchitos, compró una botella de gaseosa e invitó a los amiguitos del barrio de Estrellita. Algunos vinieron acompañados de sus padres que se divertían con las ocurrencias de sus hijos. Hasta que inesperadamente llegó un hombre con traje multicolor, nariz roja y un maquillaje atroz. ¡Un payaso!. Hizo su show y los niños no se perdían un solo truco y baile y Estrellita estaba convencida que éste había sido su mejor cumpleaños. A medida que pasaron las horas, se fueron retirando los padres con sus hijos y la casa sólo tenía los restos de la celebración, a mamá Florencia, los hermanitos de Estrellita, ella y el payaso que no se cansaba de hacerle bromas. En un momento mamá Florencia le pidió a Estrellita que dejará al payaso porque tenía que pagarle por el show y Estrellita entendió y los vió salir ambos conversando hacia la calle. En eso Estrellita se dio cuenta que el payaso se había olvidado su nariz roja y cuando abrió la puerta de la casa vio a unos metros a su madre besándose con el payaso. Unos besos distintos al que mamá les daba. Muy abrazados, muy pegados, mucho contacto… mucho tiempo.

Cuando mamá volvió a casa, Estrellita estaba distinta y le miraba de mala forma. Mamá Florencia no entendía lo que pasaba y ese cambio de carácter en su hija, hasta que ella le contó lo que había visto. No supo qué decir, temblaba su voz, tartamudeaba de manera ininteligible hasta que se armó de valor y le dijo:

- Estrellita, cada día te vas haciendo más mujer. Ya no puedo tratarte como una niñita. Hace años vivo sola y me rompo la espalda trabajando en la fábrica por ustedes. Ahí conocí a Edgar. Es un compañero de trabajo que se ofreció a hacernos su show de payaso. Así se gana la vida adicionalmente. Ese payaso es una persona que me quiere mucho y vino a visitarte por tu cumpleaños y se ofreció gentilmente a hacerte un show.

- Pero, ¿por qué lo besaste? ¿Y mi papá?

- Hija, tu padre nunca volverá. Tu papá nunca me acompañó y así te di a luz sola. Todos estos años he sido padre y madre para ti y tus hermanos. Tu papá nos abandonó hace muchos años. Era un hombre enfermo y su enfermedad lo alejó de nosotros. Por eso entiende mi hija. Soy mujer. Algún día entenderás. Pienso en ustedes y necesitamos a Edgar. Así se llama el payaso. Él es mi nueva pareja y quiero que lo trates bien. Necesitamos alguien que nos cuide y Edgar los quiere mucho, a ti y a tus hermanos.

Estrellita no quiso continuar la conversación y fue corriendo a su dormitorio. Mamá Florencia comprendió que la noticia era difícil de asimilar, se alistó y se puso un vestido apretado y encargó a Robertito el cuidado de sus hermanos en su ausencia. Iba a verse con Edgar.

Cuando todos los hermanitos estaban bien dormidos, Estrellita fue despacito a la cocina y vió el pote vacío de la mermelada. Varias veces había visto a su mamá poner dinero ahí. No sabía cuánto dinero había pero pensó que para lo que iba a hacer lo iba a necesitar. Se sentía confundida, molesta con su mamá. La odiaba a ella, a sus hermanitos, pero sobre todo a ese payaso. Y fue así que abrió con cuidado la puerta y corrió lo más rápido que pudo.

El sueño de Estrella era ligero. No era una película continuada pero si era una repetición de escenas. Luego de acomodar la almohada y la cobija, nuevamente se entregó a ese sueño tan cansado.

Estrellita nunca terminó el colegio. Trabajó con sus tíos y posteriormente estos le recomendaron para que trabaje en un restaurant. Estrellita tenía unos 16 años aproximadamente. El trabajo era sencillo. Limpiaba las mesas, la pista de baile y unas divisiones que asemejaban pequeños cuartos. Esa era la rutina de todos los días. La paga no era buena pero por lo menos tenía un techo donde vivir. Un día se quedó trabajando hasta tarde y vió desfilar muchas mujeres de distintas edades. Llegaban con ropas de casa, parecían amas de casa, pero coincidía que todas tenían cuerpos como de niñas pero el rostro confundía las edades. Luego vió que iban a una habitación al fondo de la pista de baile y regresaban muy maquilladas, con vestidos cortos, zapatos de tacones altos y escotes pronunciados. Estrellita se maravilló con este desfile de féminas y al acercarse a una de ellas, Mirella, ésta le comentó lo que hacían en ese lugar. A Estrellita le dió mucha curiosidad la combinación de colores, los vestidos, esas imágenes de mujer mayor en cuerpos de niñas. Más sorpresa le causó saber cuánto ganaban esas mujeres.

Pasaron los días y Estrellita se armó de valor y habló con el dueño del local. Le rogó, le suplicó que quería trabajar y ganar más dinero para mandárselo a su mamá que estaba algo enferma y que ella podía hacer el trabajo de esas mujeres también. El dueño dudó pero su visión comercial le hizo recapacitar que por Estrellita los clientes pagarían mucho más. Estrellita entonces cambió de horario de trabajo. Ahora trabajaría de 6 de la tarde hasta 5 de la mañana del día siguiente. Al inicio le costó mucho entrara en el trabajo. Todos los que llegaban eran muy mayores pero la necesidad por dinero hizo que aprendiera rápido y las demás mujeres le ayudaron a que soportara más las dificultades. Felizmente Estrellita para su edad gozaba de buen cuerpo y aparentaba más edad y fue así que poco a poco fue ganándose la confianza del dueño y de los mismos clientes. Poco a poco pudo comprar sus cositas, su tele, ropas, mejor comida y no estar atrasada en los pagos de su casita. Hasta que un día que regresaba a su casita unos hombres ebrios y drogados le cerraron el paso. No tuvo tiempo de gritar. La llevaron a un descampado y uno tras otro la violaron salvajemente. Estrellita no pudo volver al trabajo hasta después de 1 mes. El dueño entendió lo sucedido y además sabía que en unas semanas recuperaría lo perdido y cuidó a su minita de oro consiguiéndole a buen precio una habitación cerca del local. Y a medida que pasaron los meses su vientre fue creciendo. Y después de unos meses, Estrellita dio a luz a los 17 años a un varoncito a quien puso de nombre Miguel.

Nuevamente el sobresalto asaltó a Estrella. Otra vez el mismo sueño y siempre el mismo final. Su presente era su trabajo y Miguel. Ya era la 1 de la tarde y tenía que recoger a Miki. Fue al colegio nuevamente y llegó justo en el momento que salían todos los niños y divisó a su hijo.

- ¡Mamá, mamá, hoy saqué 20 en matemáticas!

- No sabes lo feliz que estoy mi amor. Sabía que lo lograrías. Eres un niño muy inteligente. Mañana, de premio, traeré mermelada de fresa para comer con los panes.

- ¿Pero podré comer esta vez 4?

- Sí mi amor. Te lo mereces. Vamos a casa que debemos avanzar tus lecciones para mañana. Le diré a la abue que venga más temprano para poder trabajar más. Ya verás mi hijito que ricos panes y mermelada te traeré.

Y así estuvieron conversando madre e hijo. Almorzaron, hicieron los deberes de Miguel y llegó la abue. Su rostro no ocultaba todos los años vividos, la amargura y sacrificio. Hacía tiempo que se había reconciliado con su hija, su Estrellita. Todos los hermanos trabajaban y ella nuevamente estaba sola. Edgar sólo le dejó 1 hijo más y un cúmulo de deudas por juegos.

Estrellita después de despedirse de mamá Florencia y de Miguelito fue directo al “Club Pkados”. Siempre la misma ruta, siempre las mismas caras, las mismas chicas, pero hoy luciría un vestuario más provocador. Se acordó de la promesa a Miguelito y hoy trabajaría más duro para darle el desayuno que merecía por ser un hijo tan aplicado.

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Alfonso tenía un aspecto terrible. El mismo de todos los días. El alcohol con el paso de los años lo iba embruteciendo aún más. Si bien ya no fumaba ni se drogaba tan seguido, su lucha con el alcohol la llevaba perdiendo por rounds de ventaja. En el vecindario todos le tenían miedo. Era una persona muy inestable y muchas veces se sabía que robaba para después comprar cerveza, cigarros o para ir a putear.

Hoy Alfonso despertó como siempre, con el aliento cargado a licor barato y oliendo a perfume inconfundible de mujer.

- Carajo, hace tiempo no me tiraba a una ruquita. A pesar de lo que digan sigo siendo un machazo. ¡Tres polvos al hilo! Ja, ja, ja. Felizmente soy caserito. Me cobró como uno solo.

Y así filosofaba siempre Alfonso frente al diario del día, una taza de café y un cigarrillo que lo escondía en cada bocanada. Su vida era tan monótona como las noticias del periódico: violaciones, accidentes, huelgas, embarazos no deseados, derrotas de su equipo de futbol,… embarazos no deseados, embarazos no deseados. A veces pensaba en esto. Abortos, niños, maternidad y un sin fin de vocablos se le agolpaban a la mente. Era el rezago de la noche castigadora que había tenido, esa mezcla salvaje de licor, humo y mujer.

Alfonso vivía solo. Era un hombre de unos 50 años y a pesar de los vicios conservaba buen físico y no lucía avejentado.

- No hay nada que hacer. Mis viejos me parieron bien. Mi pinta no me la quita nadie.

Sin embargo, Alfonso siempre tenía mucho tiempo libre. Un cachuelo por aquí, otro por allá. Nada estable. No duraba en los trabajos. Aprovechaba el momento, conseguía dinero y luego adiós. Su fuerte eran los robos menores. Robaba pero no en el barrio. Lo hacía en barrios fichos, donde había gente de dinero. Asaltaba a las empleadas, a los ancianos, a los hombres de negocios.

- Mira compadre, ahí hay unos chibolos saliendo del colegio. Seguro tendrán la propina de sus viejos. Mira cómo compran dulces. Vamos corriendo, les quitamos sus maletines y salimos volando. ¿Lo hacemos?

- ¡No! Niños no.

- Puta que eres huevón Alfonso. Es carne fácil. ¿Qué van a hacer esos contra nosotros? Si uno chilla sacamos los cuchillos y se callan al toque.

- ¡He dicho que no, mierda! No me meto con niños.

Y siempre Alfonso iba a la puerta de los colegios. Sólo los miraba pasar. Veía a las madres o padres dejándolos o recogiéndolos, dependiendo la hora. Veía la emoción de los niños yendo a los brazos de sus padres, de la mano o ya sea subiendo al carro.

Era casi incomprensible pero era algo que distinguía la personalidad de Alfonso. A pesar de sus vicios, no se metía con los niños. En el barrio saludaba a todos a pesar de la mirada desaprobatoria de los padres. Ya a su edad sentía que era la hora de tener un cachorrito, un niño, un heredero, alguien a quien contarle sus proezas, aunque éstas fueran tan solo ficticias.

Pero al asaltarle esos pensamientos es que volvía a recaer su humanidad. Nuevamente el licor amigo, los cigarros. Si había dinero, un tronchito de marihuana al menos. Y nuevamente las cosas se ubicaban, todo volvía a tener orden. Las paredes moviéndose, sonidos extraños, voces que le hablaban, el piso moviéndose. Ese era su orden. La solución era sencilla. Si el piso se movía a la derecha, él lo hacía a la izquierda y lograba el equilibrio. Y así había concebido su vida. Si la lógica indicaba que debía hacer algo, él hacía lo contrario y lograba su equilibrio, egoísta, pero suyo.

Después de leer el periódico y desayunar, llevó los platos al lavadero juntándolos con los del día anterior. Nunca fue muy amante de la limpieza y ese era su orden.

Hoy era un día alentador. Decidió caminar y pensar lo que haría en la noche. Y mientras caminaba se dio cuenta que aún tenía dinero de lo cosechado ayer. Suficiente para beber unos tragos en la cantina, empilarse y luego ir a divertirse. Aún eran las 3 de la tarde y el club abría recién a las 6 p.m. Fue al bar y se encontró con toda la gente. Estaba Petete, Tortuga, Gallo Seco, Tito y Pelusa. Pidieron una ronda más de cerveza y se pusieron a charlar:

- ¿A qué no saben? Mi Manuel ingresó a la universidad. Ta que salió a su vieja, carajo. Será un buen profesional. Todo un ingeniero.

- Felicitaciones Gallo Seco. Me alegra por ti y Rocío. Pero hombre tienes que ahora portarte mejor. Lógicamente no te olvidemos de nosotros causa. Pero debes dar mejor imagen a tu hijo.

- Miren pues a Petete cómo da consejos. No tenemos remedio hermano. Yo también tengo mis hijos que poco a poco van saliendo adelante pero igual me tienes acá. Yo soy realista y no cambio. A mi me gusta el ahora, el disfrutar. De la misma escuela de Alfonso. ¿Verdad?

Alfonso estaba jugando con su vaso. No le gustaba hablar de los hijos. Que sus amigos se jactaran de sus logros. Todos eramos borrachos, algunos fumones, otros puteros, pero solamente yo seguía solo. No entendía Alfonso esto. ¿Cómo el resto era distinto a él? Luego la conversación se atenuó. La cerveza, los cigarros, los dados daban un clima de superficial a la escena. Ahora el tema eran las mujeres. Todos tenían su mujer, menos Alfonso, pero coincidían que en el club o en la calle conseguían mejor sexo que en sus casas. Alfonso mientras tanto ya hacía planes. Ese día iba a ser el día. Había hablado con el chino, el dueño del club. Ya se había acostado con todas pero faltaba una a quien siempre había visto de lejos pero era la más solicitada. Le tenía hambre a esa. Le gustaba ver sus piernas y lo quebrada que tenía su cadera y esos senos que no eran ni muy grandes ni muy pequeños. Pero lo mejor de todo, se le notaba chiquilla y esas eran las mejores. Quería carne joven y no carne de tercera, vieja, puro nervio y várices. Se levantó de la mesa, se despidió de sus amigos y fue a una callecita y se encontró con Carlangas, el paquetero de la zona. Le gustaba estar duro cuando tenía relaciones y esta vez la ocasión lo merecía. Se iba a comer ese lomito fino.

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Estrella lucía una minifalda negra, un top ceñido al cuerpo de color rojo y exhibía un ombligo muy apetecible. El cabello suelto cayendo sobre sus senos le daba un toque sensual que siempre la hacía la preferida por encima de las otras chicas del club. El chino había hablado con ella hace un par de días y le dijo que ya le tenía separado un cliente por adelantado así no perdía tiempo parada esperando puntos sino de frente al trabajo. El chino tenía una mente empresarial superlativa. Llegada la hora indicada le dijo a Estrella que fuera a una de las habitaciones y que esperará y si en media hora no venía su cliente que saliera y se pusiera a buscar clientes con las demás. Así obedeció Estrella. Entró a la habitación estrecha, húmeda, solo cuatro paredes mal pintadas, un lavadero, un gran espejo eso sí y unos focos tenues. En su pensamiento sólo estaba Miguelito, llegar temprano para desayunar juntos y llevarle lo que le había ofrecido. Hoy debía trabajar duro pues pensaba regalarle un carro a control remoto y ya casi tenía ahorrado el valor completo del juguete. En eso pensaba y tocaron la puerta de la habitación y vio al dueño con otro señor algo de edad, pero que tenía porte atlético.

- Estrella, te traigo a este señor que quiere conversar contigo. Trátalo bien ya sabes.

- Claro, Chinito. ¿Cuándo te he fallado?.... Pase mister.

Estrella percibió que el ambiente se enrarecía aún más. Era su visitante que olía a alcohol y marihuana. Sin embargo, el servicio ya estaba cancelado y sólo le quedaba cumplir, rápido y pasar al siguiente. Ella se fue desvistiendo lentamente y dejo a la luz un cuerpo muy bien cuidado. Sabía que era su herramienta de trabajo y el cuidado que le había puesto hacía comprender por qué era la más solicitada. Un buen culo, senos, piernas… todo perfecto.

- ¿Te gusto amigo? Me llamó Estrella y conmigo verás a mis hermanitas… Pero no seas tímido, díme cómo te llamas.

- Me llamo Alfonso. Tienes un cuerpo tremendo, tenía muchas ganas de estar contigo.

- Pues hoy es tu día de suerte papi. Hoy soy tuya. Vamos quítate la ropa y hagámoslo.

La respuesta de Alfonso no se hizo esperar. A la velocidad del rayo se quitó la ropa y dejó ver un cuerpo delgado, con algunas cicatrices antiguas y un miembro viril que indicaba que estaba completamente listo. Alfonso no medía sus fuerzas. La marihuana lo ponía bruto, insensible, muy caliente, pero también resistente. Empujaba fuerte mientras Estrella miraba el techo y sacaba cuentas. Era una lucha contínua en la cual las llaves cambiaban a voluntad de Alfonso pero el cansancio se apoderaba de Estrella y dejó escapar un bostezo.

- ¿Qué te pasa puta? ¿Acaso no te gusta cómo lo hago? Debieras agradecer que tienes esto dentro tuyo, dijo Alfonso señalando su pene.

- No se ponga grosero… Además mejores he tenido pero demoras mucho. Si sigues demorándote tendrás que pagar algo más.

- Carajo, pero yo ya pagué al chino ese que es tu caficho. Toma 20 lucas más pero no me jodas y haz lo que te digo.

- Está bien, así si nos entendemos.

Ahora los movimientos eran más fuertes, más rápidos. La agitación de Alfonso era mayor y Estrella comenzaba a sentir la fricción. En eso cambiaron de posición y Alfonso se sacó el preservativo, volteó a Estrella y comenzó a tantear entre sus nalgas.

- ¿Qué te pasa?... Yo no lo hago por ahí… ¡Oye! ¿Te has quitado el preservativo? ¿Estás tú loco?... Olvídate aquí nomás quedamos. Vístete.

- Carajo, te pagué 20 más y tienes que hacer lo que te digo. Y si te quiero coger, lo puedo hacer por donde quiera. ¡Voltéate!

- ¿Qué te pasa borracho, drogo?... Vete antes que llamé a seguridad…

Ni bien terminó de decir estas palabras una nube roja subió a su cabeza y todo fue oscuridad. Alfonso sabía dónde golpear. Ninguna puta le iba a insultar. Tres golpes bien dados fueron suficientes para callarla. Había que aprovechar la situación y continuó lo que había empezado. Cuando acabó se vistió y abrió la cartera de Estrella. Preservativos, cepillos, 200 soles, documentos y un par de fotos. Una foto de ella con un niño y a la espalda aparecía escrita una frase con caligrafía de niño: “Mi mami y yo”. Dejó esa foto y tomó la otra en sus manos: era otra vez Estrella, el niño y una señora mayor. Alfonso trató de capturar sus recuerdos más lejanos. La imagen de la señora le era familiar pero no recordaba exactamente dónde la había visto. Al voltear la foto vió la siguiente dedicatoria: “Para mi hija Estrella y mi nieto, de mamá Florencia”. Fueron segundos que parecieron horas y Alfonso veía como un aluvión de recuerdos se agolpaban en su mente.

- ¿Florencia?... No puede ser. Pero es igualita a ella… Y esta chica es su hija. Tendrá más de 20 años. Casi el mismo tiempo que yo…. No puede ser. Es imposible.

Y se puso a ver las fotos con detenimiento. Y reparó en Estrella. Y su rostro le pareció muy familiar, tan familiar que podía verse en ella. Y un temblor y una confusión se apoderó de él. Las dudas iniciales empezaban a azotarlo y cada vez que le daba más vueltas a sus pensamientos más se convencía de la gravedad de la situación. Tomó la mano de Estrella y sentía su pulso. Acercó su oído al corazón y sólo oía sus propios latidos acelerados. Le había dado unos buenos golpes y él era una persona muy fuerte, pero ¿lo era tanto?. Comprendió que la cabeza había dado de lleno al borde de fierro de la cama. Esa era la única explicación. Pero y ahora, ¿qué explicación puedo dar de esto?.

Alfonso terminó de vestirse, peinarse y salió de la habitación. Le agradeció al chino y se fue caminando hacia la salida del club. Una vez que avanzó unos pasos afuera y ya perdido entre la gente que pugnaba por entrar al mismo, se fue corriendo rumbo al acantilado. Sólo escuchaba el sonido de los carros, de los perros que le ladraban persiguiéndolo, de los fumones que reían estruendosamente, todo ese sonido agobiante de la ciudad. Antes todo era rutinario y no lo percibía y ahora como si hubiera estado todos estos años andando con los oídos tapados, el ruido le fastidiaba. Las calles eran sucias, la gente andaba mal vestida, él olía mal y sintió que perdía el equilibrio y que necesitaba otra vez poner orden en su vida. Y sin perder el paso siguió corriendo hasta estar a unos pasos del acantilado y pudo asegurar que escuchaba un grito lejano, miles de maldiciones y el sonido del viento cortante mientras llegaba a su destino final.

OPTIMO DE PARETO

Nuestros sueños terminaron,
los momentos siguen vivos,
el sentimiento puro
trastocado ha devenido
en el deseo inmenso
de la búsqueda de un perdón.

Tuve miles de dudas
y no quise aceptar el destino
de separarme de ti
aunque el tiempo y la distancia
fueran un infinito al caminar.

Decidí por vivir nuevamente,
sin miedo ni ocultándome,
dar una oportunidad distinta a mi corazón
y buscar la felicidad soñada.
Tú me la brindaste
pero la barrera se convirtió en muralla inexpugnable,
la cual no podíamos escalar
por mas preparados que estuvieramos para ello.

No quise herirte,
pues tu distancia es una herida abierta en mí,
el tiempo se encargará de cicatrizarla
y me devuelva nuevamente tu aliento
cada mañana al pie de mi ventana.

SED

Son las 10 en mi reloj
y un manto negro y blanco cubre mi ser
tan lejos de mí está el deseo aquél
que en cada amanecer
pegado a mi ropa me hace despertar.

Ayer bebí hasta saciarme
ayer viví y también morí extasiado,
cada día resucito en la mañana
para volver a repetir este acto
cuando el sol decae.

Hoy como ayer tengo nuevamente sed,
sed de ti y secarte no puedo
por mas denuedo que pongo en esa tarea,
tu sólo brindas a mi piel ese deseo
que me calcina, me sofoca, me turba
y ahora mis labios saben a tí y a fruta fresca
que encuentro en el manantial
que tu cuerpo tan sabiamente conserva.

miércoles, 4 de julio de 2007

ESTOCADA MORTAL

No comprendes que mi vida
herida mortalmente se encuentra
por la estaca que significa
tenerte marcada en carne viva
y no poder hacer nada.

He tratado de morir y no he podido
he tratado de matar y no he matado
trato de existir y existo
pero no soporto verte más a mi lado.
No soporto tu respiración en mi cuello
como cuando luego de batallar
en el lecho brindabas extasiada.
Ya no soporto tu aliento fresco,
que al dormir perfumaba mi pecho.
No soporto más el tacto de tus senos
me incomoda sentir en mi piel
aquel deseo y costumbre tan lejana.
Ya no aguanto más el calor de tu vientre y tu sexo
porque hoy todo se consumó
y sé que el amor no es eterno.

Aléjate de mí y déjame vivir
o déjame morir si esa gracia se me concede,
di todo y nada queda
en tan pobre ser que dejaste en el olvido.
Sé feliz si es tu deseo
ama, goza, sueña y fornica si es tu real sentimiento.
Yo aquí estaré quieto observando
como pasa lentamente el tiempo,
como poco a poco ire muriendo,
como por fin terminaré resurgiendo.

AMOR IMPOSIBLE

A veces
duele saber
que eres feliz y no soy parte de ello.
Soy tan solo alguien lejano,
un amigo, un consejero,
mas no aquél que duerme en tu regazo.

A veces,
los celos
invaden mi mente y mi corazón
lucha, sangra, se cura y vuelve a sangrar,
tan solo para seguir sufriendo.

Quisiera
con el tiempo,
poder asimilar todo ese amor que tengo
y que callo por no perderte
y que llena de hiel mi yo eterno.

Amarte
no puedo,
porque sé que es un pecado
porque sé que no es factible
porque sé que no soy el elegido
porque amarte es imposible
porque yo ya no soy cuerdo.

ESOS DIAS

Por qué huyes?
Dolores?
Sueño?
Dónde quedo el deseo

Es que acaso no deseas
ser crucificada
y que te clave sin piedad
que te torture a la mala
y asi puedas resucitar.

Sangras por mí?
Acaso te he herido
y provocado es charco
rojo oscuro, rojo fuego.

Impura?
Acaso el amor es puro
para que te niegues al deseo
y a las ganas de poseerte
cada vez que puedo.

Acaso lloras?
No tienes, no debes, no se te permite
llorar
Abrázame fuertemente,
pégate a mi cuerpo
que la sangre nos cubra
mientras entro
lento muy lento
hasta el abismo negro.

DIFICIL AMAR

Déjame soñar contigo,
dame tan solo esa gracia
así podré dormir quieto
así podrá soñar despierto.

Déjame respirar tu aliento,
así podré nutrirme de cosas nuevas
de duendes y estrellas
de miel y encanto.

Déjame desearte en silencio,
aquí lejos y quedo
sin más esperanza que las del guerrero
que va a la muerte
sin más defensa
que su yelmo.

Y al final de la batalla diaria,
del amarte y no desearte
mi cuerpo castigaré con furia,
flagelaré mis sentidos y
mutilaré mis recuerdos,
cercenaré mi instinto;
y, luego de todo ello,
seguiré mirándote fijamente
muriendo con la sonrisa
mezclada con lamento.

martes, 3 de julio de 2007

SUPERFICIES DE PLACER

Deslizando mis yemas
el sentir de la arcilla viviente
vulnera el tacto inerte
que profana en cada movimiento
aquella inocencia ya perdida,
recuperada en cada intento.

No hay más silencio en la habitación,
ni más ruido que un duo entrecortado
que no coinciden en las notas y tono
pero que convierten en música y poesía
esa mixtura de carne, cabellos,
gemidos y olor desenfrenado.

Y cuando el descanso se agolpa,
la amalgama se concreta
y tu cuerpo fundido al mío
va recobrando su pulso.
Luego de unos minutos,
volveremos a intentarlo.


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