miércoles, 9 de julio de 2008

AÑORANZA

¿Qué hacer ante tanta lejanía,
ante espacio muerto distante,
ante la muralla humana amorfa,
que se interpone entre dos cuerpos
deseosos de sanar?

¿Cómo desvirgar al tiempo
y quebrar las horas que separan cada encuentro?
¿Cómo desflorar el calendario
y hacer que los 7 días, se conviertan en horas,
y una vez en mis brazos,
soltar la rienda y hacer que cada segundo sea eterno?

¿Cuánto tiempo esperará mi cuerpo,
para sentir nuevamente el calor del tuyo?
Llámame bajito para acudir a tu encuentro,
y deja el estruendo para aquel momento
en el cual ambos juntos soñemos,
en el regazo de lo perfecto.