viernes, 10 de febrero de 2012

LEJANÍAS

Mudo temple de acero silente en acción,
enfrentado a la nube compleja de misterio
y la ignorancia de tu presente lejano
y un futuro tan perverso como solitario,
sin el aliento que entibiaba las noches
oscuras de juegos primeros.

Extrañeza en tus labios y ojos
invisibles a los míos con renuencia,
la imposibilidad de seguir un sueño
absurdo e hiriente,
lastimero e inútil,
perdido en el conocimiento del vuelo de un bouquet,
aquél que nunca me dejaste ver.

La blancura de aquella noche ausente,
en la cual tu perfección se convirtió ajena,
sólo queda de ella leve rastro en el tacto
de un simple ensayo eterno perdido en un gélido adiós,
en el golpe seco de la puerta
que nunca terminaste de abrir para mí.