jueves, 2 de agosto de 2007

ÍCARO

Prohibido respirar
en el viaje desafiante a la gravedad,
la velocidad alcanzada
aproxima el gran final.
Y mientras medito lo venidero
observo la gran pintura
mezcla de cemento, tomalidades grises,
minúsculas partículas verdes
y un gran marco celeste.

Hoy seré un clavadista
y me fundiré con la gran lengua
y aportaré mi propio color:
mezcla de carne con rojo intenso.
No tendré miedo,
el viaje es corto y necesario...
viajar y alejarme de la intoxicación
que es el vivir en un mundo
que camina en sentido contrario al mío
y se resiste a cambiar su marcha
por más que me quedo quieto.

Discúlpame si no tuve tiempo de despedirme
pero cada día es un nuevo día,
mañana sólo sere una mala noticia
y hoy tan solo soy un luchador
que decidió no seguir siendo golpeado
y que busco un reparador sueño...

¿Quién sabe?
Quizá cuando te enteres de mi viaje
decidas tomar el mismo vuelo...
¡Anímate! Yo te espero.

El cielo es nuestro.

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