viernes, 3 de agosto de 2007

LAS TRES V

Vuelo a ti
como cada día entre juncos,
planeo en derredor y diviso
tu cuerpo desnudo que invita mi descanso.

Vuelvo a ti
impregnado de tu olor de la víspera
que tatuado en mis poros
aflora al alba,
y por más calma que mi corazón abriga
busco nuevamente
respirar la misma dosis.

Vuelco en ti
todo mi cargamento de placer intenso
y tu recibes con el pecho abierto
cada mililitro en estruendoso lamento.
No dolerá mi vida como ayer
ya hemos ganado experiencia,
déjame partir nuevamente hoy
y mañana he de volver
con mayor energía.

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