viernes, 3 de agosto de 2007

PECADO PARA DOS

Extraño las noches llenas de deseo
en las cuales me pierdo en tu vientre majestuoso
y miro al sur sin miedo
y en la espesura no cuento el tiempo
tan solo quedo satisfecho del descubrimiento.

Es tan mágico perderme en ti,
en cada movimiento sentir un nuevo vaivén
sentir que nuestros cuerpos se amalgaman
y no dejan espacio para el alfiler
que nos hinca y dice que lo nuestro no es correcto.

No me interesa el perdón ni el pecado,
no me interesa paraísos ni promesas divinas,
dentro de ti he hallado la razón perfecta
para ser pecador y vivir feliz
pues lo que vivimos no es el infierno;
estar contigo es salvarse eternamente
cada vez que desnudos
comemos de la misma manzana
y miramos que el futuro
se arrodilla ante nosotros
mientras nos quemamos en nuestro propio fuego

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