Deambulo en círculos
sin encontrar el rastro
midiendo los pasos
para guardar un resto,
pues la espera y el deseo
no me dejan quieto
y de tanta pasión no aguanto
el estar despierto.
Vienes a mí
con la brisa de la noche
y rauda te asientas
en las paredes de la alcoba,
ya la luna te oculta
y ahí te espero tumbado
esperando ansiosamente tu tibia desnudez
yo me encuentro mas turbado.
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